sábado, 18 de septiembre de 2010

LA ISA





Isa Brandt, mensajera del amor de Dios, una maestra incomparable!



Sin dudarlo ni un momento, puedo decir que mi vida se divide en dos partes: antes y después de Isaura Brandt.

Este ser de luz, de amor infinito, gracia, belleza y sabiduría entró a mi vida, un día de septiembre de 2005, como un ventarrón fresco y la cambió de una vez y para siempre.

Ella me trajo a mi amado Maestro, Paramahansa Yogananda (
http://www.yogananda-srf.org/)
, y al decir trajo, quiero decir que hizo de su presencia, una constante en mi vida que dura hasta ahora y para siempre.

Hay cosas sobre Isaura, mi Maestro y las cosas que sucedieron desde el día en que la conocí y los tres maravillosos meses que compartí con ella, que no puedo contar en detalle en este blog, porque son tan extraordinarias que pueden ser malinterpretadas; porque no todo el mundo podría entenderlas o porque, es posible, que no todos los que lean este blog (tal vez) merezcan conocerlas...

Sin embargo, la llegada de esta bella mujer, de ojos azules que hablaban y transmitían todo el amor del Cosmos y de Dios mismo, fue anunciada con un acontecimiento del que 
mi hijo José Miguely yo fuimos testigos y que traspasa el entendimiento y la lógica.


Antes de continuar debo decir que, desde niña, mi vida había transcurrido en medio del escepticismo... Nunca tuve la convicción de que la existencia de "algo" o "alguien" que guiara nuestros pasos, nos protegiera o nos cuidara. Pero siempre tuve el ansia de que ese "algo" o "alguien" existiera. No creía en nada y, por lo tanto, mi vida en ocasiones carecía de motivación... Una especie de vacío existencial era lo que, al fin de cuentas, me definía.

Pero cuando la Isa llegó, todo pareció aclararse. Ella gracias a los dones que se le habían otorgado puso frente a mis ojos la evidencia inobjetable de la existencia de un amor divino e inexplicable que todavía me produce euforia, pero al mismo tiempo tranquilidad y paz.

La recuerdo tanto, con su cuerpo menudo, su sonrisa inconfundible, sus palabras precisas y sabias... Era casi etérea, ella no caminaba... flotaba. Me gusta recordarla en la mesa de mi comedor, donde por horas conversamos y conversamos junto a Jorge, mi esposo, a mi querido Gastón y al Jose... A veces ella estaba lejos, su cuerpo en la silla, pero ella en el infinito... Nos abandonaba por minutos... Y de pronto regresaba veloz y con palabras que nos dejaba a todos quietos y fascinados...



Un típico almuerzo con la Isa... Aquí estamos cinco de los bendecidos con su presencia



De ella aprendí a tener una fe infinita en la Gracia Divina, a amar a mi Maestro y confiar en su constante protección... De ella aprendí a viajar a mi interior y buscar en mi "solitud" (como ella decía) las soluciones a los conflictos reales y a los imaginarios... De ella aprendí que la paz del corazón es posible, a dejar de lado a los miedos, a confiar en mí misma, a amar sin barreras...
De ella también aprendí a no dejar que nada ni nadie me quitara la alegría. Aprendí a confiar en mi intuición, a desarrollarla, a usarla...

De ella recibí la noticia de la llegada de uno de los más maravillosos regalos que he recibido jamás: mi pequeña Muriel... Y la responsabilidad que venía con su nacimiento...

Extraño tanto sus palabras, los mensajes que a través de ella recibimos durante meses y meses... Pero hoy, mientras leía las decenas de correos que llegamos a intercambiar, me di cuenta que, aunque ya no está tan cerca, sigo comunicándome con ella y recibiendo sus consejos... Claro que otra cosa es tenerla cerca, mirarle a los ojos, ver en ellos la grandeza del Universo y sentirme a salvo...



Isaura con su hija Patricia, dos mujeres fabulosas


La Isa nos dejó el 15 de septiembre de 2007... su cuerpo se cansó de luchar y su alma aceptó recibir de los Maestros la recompensa a tanta bondad.

Isaura Brandt
24 de mayo de 1942 -15 de septiembre de 2007