sábado, 22 de septiembre de 2012

Desde que te fuiste




Su último cumpleaños, 17 de julio de 2011


Hay muchas cosas que ya nunca volverán a ser las mismas desde que te fuiste... Hay mañanas en que me despierto y pienso que todo lo que pasó, desde ese 16 de septiembre de 2011, fue un mal sueño.Y cuando espero el alivio que se siente al abrir los ojos, aterrizo y me doy cuenta de que este no va a  llegar.

Desde que te fuiste me di cuenta de cuánto te amaba y de las pocas veces que te lo dije... Eso de amar y no decirlo es un error que se paga caro. Ese miedo a parecer cursis o a no recibir la misma respuesta hace que dejemos pasar oportunidades valiosas y, luego, ¡cómo pesan! Eso de dejar pasar el tiempo y no decirle o no demostrarle a quien amamos que lo amamos es un verdadero pecado. El miedo es un lastre, ¿qué podemos perder al decidirnos a querer a alguien a pesar de todo? Nada... 

Desde que te fuiste me di cuenta de que la lucha por la vida debe ser enfocada a dar a cada persona lo que esta debe recibir. A nuestra pareja, familia y amigos, el amor y el respeto más grande. Tratar de hacer cada de día una jornada de paz, de alegría... La vida es corta, la eternidad es infinita. Construir recuerdos buenos, despojarnos de egoísmos, dejar de pensar que somos el centro del Universo. No, no lo somos, solo somos un minúsculo grano de arena en la inmensa playa del Cosmos. Si todos nos diéramos cuenta de esto, el mundo sería un poco más amable y tuviéramos menos cosas de qué arrepentirnos.

    Con su nieta Luciana y su sobrina-hija Muriel Marie

Desde que te fuiste me he puesto a pensar que uno no se lleva nada al pasar a la siguiente vida, solo nuestras acciones y sus consecuencias. Que tener de más no sirve de nada... Que lo que debe quedar de nosotros son los recuerdos; el tuyo me quema por dentro, el tuyo no se va. Tú sigues viva en mi corazón. Tú dejaste un recuerdo tan fuerte que hace que tu vida haya valido la pena.

Desde que te fuiste le perdí el miedo a la muerte... Ver la expresión de paz que adquirió tu rostro cuando se apagó tu corazón, me hizo pensar que hay mejores cosas al otro lado... Morir ya no me da miedo, pero si me aterra el dolor que uno deja detrás. El dolor de quienes nos aman, ese dolor que nunca termina. Uno, definitivamente, debiera morirse de viejo... cuando realmente ya se cumplió la tarea y no se le hace demasiada falta  a nadie... 


                                                                      No está triste, solo atenta...

Desde que te fuiste me di cuenta de que, como la vida es corta, hay cosas que se deben apurar. Que debo dar por finalizadas las cosas que no me aportan... Que hay que seguir adelante sin que nadie nos obstaculice el camino con su egoísmo o su indolencia. Me di cuenta que hay que ser más valientes de lo que pensamos que podemos ser. Que las cosas postergadas debe dejar de estar postergadas, que la vida es aquí y ahora; que lo que no consiga será porque no lo intenté... Que lo único que no tiene remedio, textualmente, es la muerte.

         Un día de campo feliz, la Ati y la Muri

Desde que te fuiste decidí olvidarme, sin embargo, de los rencores y pensar que cada quien tiene sus razones para hacer o dejar de hacer... Pero decidí, también, que al hacerlo debo ser cauta y no dejarme usar, no convertirme en la piedra de salvación o de choque de nadie.

La vida sigue y yo decidí seguir con la mía, pero no ha sido fácil... No sé cuándo deje de llorarte. No sé si algún día podré pasar por el edificio Noruega y no llorar al ver las luces encendidas en el sexto piso...
No sé si algún día pueda volver a ciertos lugares, a donde íbamos juntas, y mantener la calma...
No sé si algún día se me vaya el enojo que siento cuando, de golpe, me acuerdo que te fuiste...

                                                                          La Muri con su Ati

Lo que sí sé es que un año después, aún sigues dando vueltas por aquí... Pero tengo el consuelo de que, cuando me asusto al verte (de reojo) pasar a mi lado, siempre estará Muriel para decirme: sí mami, la Ati siempre anda por aquí...