lunes, 31 de diciembre de 2012

2012, EL AÑO DE LA SIEMBRA


       

Mis pequeños amados


En comparación al año pasado (2011) el 2012 fue generoso conmigo.   No puedo decir lo contrario, no me gusta ser injusta. Nada podrá devolverme a mi hermana, pero agradezco su presencia constante junto a mí y a mis hijos.  No ha sido un año fácil ni mucho menos, pero debo agradecer a la Gracia Divina por lo que mi karma le trajo este año.

Al 2012 lo considero el año de la siembra, por muchas razones, y espero con ansias los frutos en el 2013. Este ha sido el año en que varias cosas postergadas dejaron de estar postergadas. Yo había dejado pasar demasiado tiempo para resolver ciertas cosas que siempre fueron importantes, pero que por mucho tiempo fueron relegadas por las urgentes.
Quienes son parte mi círculo íntimo saben bien de lo que hablo y les agradezco, con mi alma, el apoyo que me han brindado en todos y cada uno de los pasos que he debido dar para lograr algunas cosas que hubieran sido difíciles y hasta imposibles de lograr sin su ayuda.

A este año le agradezco la manera en que he logrado la cercanía aún más completa con mis hijos. Le agradezco a la vida haber podido ser testigo de la evolución de José Miguel como músico. Ver su talento, su dedicación y su pasión me hacen sentir orgullosa y satisfecha. Me hace retroceder en el tiempo y verme a mí misma defendiendo lo que quería ser en la vida, pese a las opiniones contrarias. Admiro su valor, su amor por lo que hace y la fuerza de su convicción.

Le agradezco a la vida la felicidad que me regala, a diario, con Muriel Marie. Ella es tal como me dijo mi amado Maestro, Paramahansa Yogananda, que sería. Ella emana la luz que me dijeron que emanaría, pero verlo, ser testigo de ello, es algo que me sigue maravillando. !Gracias!

El 2012 ha sido el año en que decidí ser valiente y enfrentarme a mi futuro sola, en el mejor sentido de la palabra, aunque cuento con el apoyo de mis papás y como dice la Consue Aguirre: !qué haríamos sin nuestros papás!...  Me di cuenta de que hay cosas que no me dejaban avanzar y, dolorosa o no, la decisión de desprenderme de las cargas fue tomada. 

He tenido tanto trabajo, que sueño con una semana sin hacer nada, lo cual es una bendición. Incursioné en cosas nuevas, me probé a mí misma que el éxito es cosa de voluntad. Conocí a gente fabulosa a la que llegué a tenerle un gran cariño. Me refiero a mis chicos Educanet, en especial a Andrés y Salo. Pero sin olvidar a mis niños, que pudieran ser mis hijos, pero que terminaron siendo mis panas.

Este año, además, he disfrutado de la maravilla de la amistad. Le agradezco con mi alma a César Herrera por su inmensa ayuda con los asuntos del Jose. Lo que hiciste por nosotros no hubiera esperado ni siquiera de gente que tiene mi misma sangre. 

Gracias a la Consue (mi hermana de mi corazón) y al Jorge de la Consue, por estar allí, haciéndome barra, dándome ánimos cuando mis fuerzas para seguir adelante con la Operación H y S me abandonaban. Gracias a usted también, Cecilia, gracias por su confianza, por su cariño y su amistad. Espero poder retribuir su confianza en mí este año... Todos a cruzar los dedos!!!

Gracias por las laargas, a veces larguíiiiiisimas charlas, Albertina. Y por siempre estar pendiente y lista.

Toqui de mi vida, mi amada Pau, otra vez el karma nos separa, pero así mismo, seguramente pronto el karma nos volverá a reunir. Este será el año de estar lejos la una de la otra. No podremos abrazarnos, pero podremos vernos, verdad? Bueno, si de una vez por todas, aceptas mi invitación al Skype. Gracias a ti y al Kiko por haber sido mis hermanos del alma, por su ayuda y su cariño INMENSOS!

Perris, cuánto hemos llorado y cuánto nos hemos reído juntos por el chat, no? Qué manera de hablar tonteras!!! Sigamos haciéndolo, pero ya aprende a escribir bien en la tablet esa!!!

Juan Francisco, gracias por todo. Aún no termino de agradecer el haberte conocido.

Agradezco al Cosmos por cada risa de este año, que han sido muchas. Por cada hora de felicidad, porque sí, este año supe que la felicidad existe, aunque llegue y se vaya casi enseguida... No me pesa ni una de las lágrimas que derramé; fueron muchas, pero cada una fue derramada por una razón de peso.

Este año le agradezco a mi Maestro y a la Gracia Divina por demostrarme que 20 años no son nada (como en el tango) ni tampoco 23. Y que pase lo que pase y pase el tiempo que pase hay cosas que perduran, que son definitivas, aunque no sean necesariamente posibles. El solo hecho de sentir, hace que la vida valga la pena, al menos la mía.

Feliz año a todos, que sus deseos se cumplan, que sus decisiones sean tomadas por los motivos correctos, pero sobre todo, por sus propios motivos. 

Espero que el 2013 sea mi año y el año de ustedes. Salud!