lunes, 1 de marzo de 2010

NOSTALGIA I








Portada del álbum Viva Chile! de 1973


Mi vida está dominada por la nostalgia... el pasado vive con fuerza en mi mente. No sé si a los demás les sucede (y espero que no sea un problema médico) pero en mi cabeza hay varios mundos dando vueltas... Es algo inconsciente, yo no lo planeo, símplemente sucede. A veces estoy trabajando (escribiendo generalmente) y van y vienen "flashbacks" de cosas que sucedieron, a veces tan tontas e intrascendentes que por tontas e intrascendentes me llaman la atención... A veces camino por lugares donde estuve en mi niñez, en mi adolescencia... En ocasiones siento el viento del lugar en mi cara, la temperatura, veo y escucho a la gente que pasa... Es muy raro. Es la primera vez que lo cuento... Tal vez sea una especie de esquizofrenia, no sé. Pero así es.
De modo que mi vida transcurre entre el presente y el pasado cotidianamente, aunque ahora me esfuerzo por vivir cada día el momento sin anhelar ni proyectar. La semana pasado, por ejemplo, me dio por recordar la época de la Unidad Popular (así se llamaba el movimiento que le llevó a la presidencia de Chile a Salvador Allende en septiembre de 1970)...
Les cuento: cuando era un niña, mi papá trabajaba en la Fuerza Aérea y el Gobierno de Ecuador compró aviones de combate en Francia y quienes, en el futuro, trabajarían en ellos (como mi papá) tuvieron que ir a ese país a capacitarse. Mi mamá, mi hermana y yo fuimos con él a Francia por una larga temporada. Casualmente, uno de mis tíos (por parte de mi mamá) vivía en París, desde que la Cruz Roja Internacional le rescatara del Estadio Nacional de Santiago de Chile (que cuando Pinochet tomó el poder, en 1973, se convirtió en un campo de concentracióna donde iban a parar los comunistas o todos quienes, al menos, parecieran uno).
Mi mamá, mi hermana (entonces de 13 años) y yo (de ocho años) estuvimos en el departamento de mi tío en París, algo así como un mes, mientras mi papá (que estaba en Reims, a 129 kilómetros de París) se instalaba y arreglaba todo para nuestra llegada. En ese mes, días más, días menos, mi hermana y yo escuchamos intensivamente la música que durante la campaña y el período presidencial Allende se escuchaba y se cantaba en Chile. Allí escuché hasta la saciedad a Víctor Jara, a Inti Illimani, a Violeta Parra... Todavía ahora, cuando escucho Alturas, de Inti Illimani o Me gustan los estudiantes, de Violeta Parra y cierro los ojos, puedo sentir que estoy sentada en la pequeña sala de mullida alfombra negra del pequeño departamento parisino de mi tío. Además de estar rodeadas de esa música, de los libros del boom latinoamericano (en ese tiempo leí por primera vez Cien años de soledad) a menudo recibíamos la visita de gente de Chile, Uruguay, Argentina, con sus diferentes acentos e historias... Éramos parte del exilio sin estar exiliadas. Esa época me marcó la vida...
Allí aprendí a creer en mucho de lo que creo todavía. En esa época mi mamá era más roja que caperucita, al igual que mi tío... Eran socialistas convencidos de la posibilidad de un mundo más justo y equitativo. Así me crié, escuchando a la negra Sosa, a Víctor Jara y a Violeta Parra. Y con eso encaminé mi vida adulta en la que he tratado de practicar lo que he predicado... Por eso el "socialismo del siglo XXI", que se vive en el país me provoca entre risa y lástima... Socialismo es lo que aprendí en las canciones, los libros y las conversaciones que escuché en ese tiempo... Socialismo es lo que he practicado en mi vida diaria, en la que nada sobra, en la que no hay cabida para el desperdicio... En la que solo sobra la solidaridad... Así que la semana pasada me vino una ola de nostalgia por ese tiempo que viví a través de otros, pero que fue y sigue siendo parte de mi vida...
En homenaje a todo lo que parecía posible en esos días me dí una sobredosis nada fácil de Inti Illimani y Víctor Jara... Me pasé tarareando entre cambios de pañales, patinetas y proyectos aquello de: "A desalambrar, a desalambrar... que la tierra es nuestra, es tuya y de aquel... de Pedro y María... de Juan y José...."

1 comentario:

  1. Siempre te había escuchado hablar de tu estadía en París, pero nunca me senté a preguntarte con detenimiento. Que bueno que ahora puedo leerte y saber que pasaba contigo en esa época. ¡Me teletransporté!

    Sobre el socialismo... de acuerdo con todo lo que dices. En realidad, es una pena lo que se está haciendo bajo la bandera roja de tu caperucita madre... una burla a la teoría, a la práctica, a los ciudadados, a los que creen y hasta a los que no.

    Te mando un abrazo, bloggera!

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